Era un sábado y hacía semanas que ella lloraba
Estaba con sus dos mejores amigos y con sus infinitas ojeras
Lo había planeado minuto a minuto. Se acordaba cada paso, cada rama de los árboles que adornaban el camino, cada negocio, cada baldosa rota.
Temblorosa los esperó, ansiosa
-¡Salgo con...!
-¡Ok, tené cuidado!
...
-Bueno, ¿ahora qué?
Enfilar queriendo desaparecer hacia la estación de tren.
Estar más nerviosa que...nunca...
Pedir boletos, pagar, subir, viajar. Sola. Acompañada. Sola.
Mediodía y el sol quemaba, los minutos calculados corrían sin control.
Agradeciendo que la música sonaba en sus oídos -el principio de una adicción- para distraerse y tranquilizarse. Caminó junto adelante de sus amigos, marcando el camino -pensaba- por última vez.
Llegar, ver ese lugar tan ajeno que le resultaba imposible estar ahí. Que todo lo que alguna vez había ocurrido dentro de esas viejas paredes era solamente un -bellísimo- sueño.
Ilusa y soñadora tocó el timbre...
Ilusa y soñadora golpeó la puerta...
Ilusa y soñadora forzó a vista para descubrir algo del otro lado de las ventanas
Ilusos y soñadores gritaron el nombre en vano
Nada ocurría y tenía un acuerdo. Dejó instrucciones y se fue a caminar por donde no conocía. De nuevo la música sonaba. No cantaba, su garganta no podía.
Se sentó en una pared, se le acercó un perro de ojos tristes. Aunque se vió reflejada lo acarició, le dijo algunas cosas, le preguntó otras hasta darse cuenta de lo que hacía, se levantó y siguió.
Más vueltas sin excusas.
Más caminante sin camino, que hace camino al andar.
Pasó el tiempo estipulado, volvió, los llamó, se fueron
-Es un tarado.
-Quedate tranquila.
-No sabe lo que se pierde.
*Lo duda*
-Quedate tranquila.
Traqueteo de vagones una vez más.
Media hora interminable -piensa- por última vez
Su casa, su cama vacía, sus paredes sin perfume. Ese peluche maldito, esas cartas ahogadas en amor, esa remera gigante.
Otra lágrima contra la almohada.
Palabras desconsoladoras
Un fin de semana desentendido, desentendida
Sunday, bloody Sunday.
-Bueno, ¿ahora qué?
Nro. 11
Publicadas por
Ðąи
16/9/08
0 comentarios:
Publicar un comentario