Nro. 34 - Figuración



Empecinada.
Estaba armando una maqueta muy bonita.
Tópico irrelevante.
Era realmente muy bonita.

Tenía puertas y ventanas cerradas para que el viento no hiciera estragos
y así poder continuar su trabajo tranquila.
Música dulce de fondo
y un vaso con vino para ensalzar la garganta.

Llevaba horas, días, semanas trabajando.
Empecinada.
Quería que esta maqueta en particular le saliera bien.
Excelente.
Perfecta.
Su mente era una locura las 24hs,
pensando detalles y detallecitos
para arreglar, modificar, mover, mejorar.

Así pasó mucho tiempo.
De volver a empezar.
Armar y desarmar.
Hasta que por fin llegó el anteúltimo día.
Es decir, al día siguiente su amada maqueta estaría terminada.
Perfecta, como ella quería.

Esa misma noche, ansiosa por la mañana siguiente para completar su obra maestra,
soñó lo peor que pudo soñar.

Caminaba ligera,
sin preocupaciones,
feliz y orgullosa de su esfuerzo.
Caminaba ligeramente rápido,
queriendo llegar a la habitación cuidadosamente preparada
para la construcción de su maqueta.
Caminaba pero no eran sus pasos lo que sonaban.

A medida que se acercaba a la habitación
aumentaba el volumen del ruído.
Aumentaba.
Y aumentaba.

En su mente se formó
una película de terror.
Y aún peor fue su asombro
al verse a sí misma.
Con una maza y un encendedor,
el balde con gasolina tirado en el fondo
y absolutamente toda la maqueta despedazada
y desprendiendo un horrible,
espantoso,
asqueroso
y desalentador olor a nafta.

Se miró a los ojos,
como si de un espejo se tratase,
y en su desesperación
se lanzó sobre la maqueta.
Gritando.
Y gritando.

El calor, el ardor,
el dolor
se apoderaron de ella
cuando su sueño se tornó en llamas.

"Curioso"
es el título de la nota en el diario.
"Toda la casa quedó en cenizas
excepto una maqueta perfecta
con forma de corazón"


Acerca de mí

Mi foto
Cara Y Seca. Chaotic Neutral. Sedada lo suficiente.

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