"Siéntate y escucha.
Detente y piensa.
Mira y considera.
Presta atención a tu alrededor.
Tomate unos minutos de paz interna,
levantate y acciona tu mente,
tu cuerpo,
tu alma.
Escucha y siéntate.
Piensa y detente.
Considera y mira.
Tu alrededor está en constante movimiento,
en constante cambio.
Mira, escucha, piensa.
Detente, siéntate y considera.
Que la vida es necesaria.
Que los cambios son necesarios.
Que la demás gente es necesaria.
Invade tu mundo,
transformalo en tu ideal,
sé feliz.
Invade el mundo de los que te rodean,
ayudalos con su ideal,
hazlos felices.
Evita la locura.
Evita los enojos.
Evita las angustias.
Evita la violencia.
Evita pensar,
creer,
engañarte a ti mismo
que el mundo está en tu contra.
Creeme, no hay nada peor
que vivir desolado
por el miedo.."
Se quedó mirandolo a los ojos,
con los suyos llorosos.
Sosteniéndole la mano
sobre la mesa que los separaba
mientras lo oía a él suspirar.
Una vez más, las esperanzas se esfumaban.
Las mentes de ambos discutían en su interior.
Empuñaban armas poderosas
contra sus emociones y deseos.
Todo los desmoronaba,
bien profundo entre las sombras
de ese maldito individualismo.
Nro. 23 - Selah
Publicadas por
Ðąи
10/6/10
2 comentarios:
Aparezco: Me suena como que alguna vez te dije algo parecido... el tiempo pasa y la memoria me falla, confirme pues.
no me puedo acordar!!! tenias razón las neuronas no se vuelven a recuperar...
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